jueves, 25 de octubre de 2012

Personajes: Hukuro Kento

Kento es un samurai joven, de mediana estatura, delgado y poco musculoso. Sus facciones no son agraciadas, pero posee una mirada es atenta y serena, que junto a su voz profunda, lo hacen parecer más solemne de lo que se le atribuiría a su aspecto.

Como segundo hijo de Hukuro Tetsuo, Daimyo del Clan del Buho, Kento fue educado para ser la mano derecha del que estaba destinado a ser el líder del Clan, su hermano mayo, Hukuro Kenshi, del que se decía que era la viva imagen de Doji Hukuro. 

Kenshi era un samurai fuerte y duro, un gran duelista y muy apreciado por todos, en especial por su padre, que estaba enormemente orgulloso de él. Kento apenas es una sombra de lo que su hermano fue.

Únicamente el sensei de Kento lo apreciaba antes de ser el heredero. Quizás por que el hermano mayor entrenó en el dojo Kakita o quizás por que el sabio sensei observó algo en Kento que los demás pasaron por alto. Es posible que esta sea la razón por la que las sabias palabras de su sensei tienen un valor incalculable para el samurai. 

Flacucho y débil, aferrandose al sentido del honor es como consigue mantenerse ante posición que ha recaído sobre él como heredero del clan en la actualidad. Tampoco esta preparado para asumir su función como representante del clan en la corte, no obstante es perseverante y testarudo como para esforzarse y llegar a estarlo algún día.

Una de las mayores flaquezas de Kento es su capacidad para preocuparse por los problemas ajenos, llegando en ocasiones a involucrarse demasiado, dejando incluso que las emociones nublen su buen juicio.

Pero el joven samurai también posee notables virtudes.

Posee un fuerte sentido del deber. Sabe que no puede fracasar, que si no cumple con sus obligaciones, no solo defraudará a todos, sino que su fallo pondrá en evidencia a toda su familia y a su clan, deshonrándolos frente al imperio, de modo que se esfuerza a diario por superarse a sí mismo.

Kento tiene la capacidad de comprender una situación desde varios puntos de vista, y esa perspectiva muchas veces es su punto fuerte. También suple su debilidad de de cuerpo y mente con un espíritu fuerte, templado con sus ideales en las virtudes del bushido. El bushido es sagrado para este samurai y su fe inquebrantable en él es una hoja de doble filo.

Kento opina que su clan debe asentarse, forjar alianzas y crecer. Para proteger los pergaminos es necesario eliminar la posibilidad de que el clan sea destruido o absorbido por otro. Sabe que debe buscar una esposa que honre al clan y a la familia, así como que es imperativo que tenga descendencia cuanto antes, ahora que es el heredero.

A Kento no le gusta jactarse de sus logros, prefiriendo una actitud discreta, tampoco le agradan los juegos de azar ni las apuestas, y encuentra incomodo dedicarse a la meditación.

Sin embargo disfruta estudiando la historia del bushido, conociendo tácticas militares, jugando a juegos de estrategia como el go y pasando ratos en la casa de las geishas. El bushi también tiene dos aficiones poco comunes, como son la cetrería con buhos y su curiosidad sobre las costumbres de los heimin.

En su hogar cuida con mucho afecto a una de las criadas, protegiendola y siendo gentil con ella. Esto se debe a que su hermano mayor le confió un secreto antes de morir: estaba profundamente enamorado de esa muchacha, Kento piensa que debe cuidar de ella para honrar la memoria de su hermano.

Si hay alguien en quien confiaría su propia vida es en su primo Daiki, un bushi de modales sencillos pero que ha demostrado, bajo su rudeza, ser un paladín de la honradez.







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